Autores: Cecilia Dini, Enrique Bedascarrasbure, María Alejandra Palacios, Natalia Bulacio Cagnolo, Graciela Rodríguez y Jorge Barreto
¿A qué se llama fenómeno de El NIÑO? ¿Cómo afecta a la producción agropecuaria?
¿Cuándo se prevé que llegue? ¿Cuánto duraría? ¿Qué medidas permiten disminuir los riegos en la producción apícola?
EL FENÓMENO DE EL NIÑO
Para contar con información confiable y calificada sobre el tema, hemos consultado a Nuria Lecwzuk, Dra, en Ciencias Biológicas, integrante del grupo de Agrometeorología de de la EEA INTA Balcarce y a Pablo Mércuri , Director del Centro de investigación de Recursos Naturales, INTA, Castelar, a quienes agradecemos su valiosa colaboración.
A continuación, compartimos la información:
Antes de abordar el tema Pablo Mércuri nos comenta que para tomar DECISIONES CLIMÁTICAMENTE INTELIGENTES es importante considerar que la ocurrencia de fenómenos climatológicos debe analizarse tomando en cuenta las condiciones probabilísticas y cuál es el grado de certeza de los pronósticos con los que se cuenta.
Hay diferentes fenómenos que interactúan entre sí para crear el clima de una región. Es necesario, tener esto en cuenta, aunque en este momento nos enfocaremos en el fenómeno de EL NIÑO, por su posible ocurrencia en los próximos meses.
Para comenzar a entender, Nuria nos explica ¿Qué es el fenómeno de EL NIÑO? ¿Por qué se produce?
El término EL NIÑO, se usó por primera vez en el siglo XIX. Los pescadores en la zona de Perú y Ecuador comenzaron a observar aguas inusualmente cálidas que causaban una reducción en la captura de peces y este fenómeno se registraba en periodo cercanos a la Navidad. Es por eso que se lo llamó el Niño, haciendo referencia al Niño Jesús.
Los episodios de EL NIÑO suelen comenzar a mediados de año, con un calentamiento de la superficie del agua en la parte central y oriental del Pacífico Ecuatorial, y esto genera un cambio en la circulación atmosférica.
Pablo agrega: El fenómeno de EL NIÑO produce un cambio en la circulación del aire, la circulación de los vientos, intensificándose las precipitaciones en el sudeste de Sudamérica, afectando a Argentina, Paraguay, Sur de Brasil y Uruguay.
EL NIÑO es un fenómeno meteorológico interanual, que se repite cada 5 a 7 años, es cíclico e independiente del Calentamiento Global. En este momento, se está estudiando si se producen NIÑOS más intensos asociados al calentamiento global, pero aún no hay conclusiones al respecto.
Nuria y Pablo: ¿cuándo se espera que comience EL NIÑO en 2023?
Una certeza que arrojan distintos modelos de predicción es que EL NIÑO va a ocurrir en 2023.
El NIÑO no comenzó aún. Actualmente el estado del fenómeno de EL NIÑO corresponde a una fase neutral. El fenómeno se consolida en el invierno y se expresa con mayor intensidad en primavera y verano. Declinaría en el verano 2024.
Históricamente, muy pocos años se ha dado un DOBLE NIÑO. El NIÑO es un fenómeno interanual
Pablo nos comenta de qué manera afecta a las producciones agropecuarias.
En términos generales, EL NIÑO mejora mucho la disponibilidad de agua en el ciclo productivo.
La intensidad del fenómeno es variable y si bien puede estimarse mediante modelos predictivos, sólo puede tenerse certezas llegando a la primavera.
Son años de mayor riesgo de anegamiento por lluvias o desbordes de ríos o arroyos provocados por lluvias aguas arriba.
La ocurrencia de EL NIÑO es benéfica para el sector agropecuario, no tiene las limitantes que imponen los ciclos de sequía.
En el contexto actual de una sequía notoria, EL NIÑO es esperanzador, porque durante su desarrollo aumenta la disponibilidad de agua superficial, en las napas freáticas y en el perfil del suelo.
Nuria agrega que también hay que tener en cuenta que el efecto de EL NIÑO va a depender del cultivo. El maíz, por ejemplo, es el cultivo más sensible a la influencia de EL NIÑO o LA NIÑA. Durante un año NIÑO, en el 75% de los casos, los rendimientos fueron iguales o superiores a la media, también los rendimientos de soja en años NIÑOS fueron superiores en un 58% de los casos. En cambio, en girasol no se encuentra una gran asociación entre el rendimiento y los eventos NIÑO O NIÑA. Generalmente se habla del efecto de El NIÑO y el agua, comenta Pablo, pero hay otros componentes del clima que se ven afectados: hay mayor cantidad de días nublados y menor radiación; también hay mayor humedad, lo que puede afectar las producciones. Dependiendo de la zona, también puede haber menor cantidad de días con temperaturas bajo cero, lo que implica menor cantidad de heladas.
EL NIÑO tiene consecuencias importantes no solamente en su año de ocurrencia, sino en el año siguiente, ya que, al mejorar las reservas de agua en el suelo, se producen muy buenos rendimientos, se incrementa la materia verde producida.
Nuria y Pablo nos cuentan cuándo ocurrió el último NIÑO y cuáles fueron sus consecuencias.
El último NIÑO ocurrió en 2018-2019. Fue muy débil y de corta duración. No tuvo gran impacto en las lluvias de la región.
El NIÑO 2015 fue uno de los más intensos, tomando datos desde la década del ’50. Lluvias generalizadas que ocuparon grandes regiones y comenzaron en la salida del invierno, impactando en el este de nuestro país, sobre todo en la cuenca de los Ríos Paraná y Uruguay, provocaron inundaciones en el Litoral, Chaco, Santa Fe, Corrientes, Formosa.
En 25 años, se produjeron inundaciones lamentables en 1997/98 y 1982/83, que afectaron hasta las capitales de las provincias del litoral.
Hay que considerar que no todas las inundaciones se producen en años NIÑO. Así en la zona de Cuenca del Salado y el Oeste de la provincia de Buenos Aires han sufrido inundaciones con independencia de la ocurrencia de EL NIÑO.
Para finalizar preguntamos a Nuria y a Pablo: ¿Cuáles se esperan sean las zonas más afectadas en el país?
EL NIÑO afecta el sudeste de Sudamérica. En nuestro país, las zonas más afectadas son la Cuenca del Plata, la Mesopotamia, Centro oeste de la Provincia de buenos Aires, Oeste de Córdoba, La Pampa.
El NIÑO no tiene tanta incidencia en el Noroeste Argentino y tampoco se ha visto una alta correlación en estudios realizados tomando el sur de la Provincia de Buenos Aires.
En la Patagonia, los años NIÑOS producen aumentos en las lluvias y mayor disponibilidad de agua superficial, tanto en los valles como en zonas áridas y semiáridas.
Para terminar y agradeciendo los valiosos a portes a Nuria y Pablo, ellos nos dejan un mensaje:
“Esperamos que esta información permita desarrollar criterios para tomar decisiones climáticamente inteligentes, de manera que las recomendaciones se adecuen a las condiciones de las diferentes regiones del país, tomando en cuenta la probabilidad de ocurrencia de este fenómeno climático.”
Hasta aquí, hemos hablado del fenómeno de EL NIÑO y sus efectos en forma general.
A continuación abordaremos:
EL FENÓMENO DE EL NIÑO Y LA APICULTURA
Si bien los efectos de EL NIÑO son variables con la zona, se esperaría un incremento en las precipitaciones a partir de los próximos meses.
Después de la prolongada sequía que arrastramos luego de varios años NIÑA, podríamos considerar muy beneficioso poder contar con las tan esperadas lluvias.
Sin embargo, en algunas zonas, las lluvias traen aparejado el riesgo de inundaciones; dificultades para acceder a los apiarios; la modificación de las condiciones ambientales que influirán en la oferta futura de recursos florales, que deberán tenerse en cuenta para prever situaciones particulares a la salida del receso productivo e inicio de la temporada; la incidencia de Nosema y Cría Yesificada.
Seguramente las colmenas que han sido bien preparadas para transitar el receso productivo, colonias sanas, categorizadas 1, con reinas jóvenes, tratadas convenientemente para controlarles varroa, abejas con adecuadas reservas corporales y buena provisión de reservas energéticas, colonias con un adecuado manejo del espacio, contarán con los mecanismos naturales para hacer frente a las inclemencias climáticas.
Sin embargo, lluvias intensas y persistentes pueden sumar nuevos riesgos.
Gentileza Sr. Víctor Bordallo, Tucumán
En este sentido, si sus apiarios están en zonas que pueden ser potencialmente afectadas, les acercamos algunas recomendaciones para evitar/mitigar los posibles daños de EL NIÑO en los próximos meses:
Asegúrese de que las colmenas estén ubicadas en:
Zonas altas, no inundables
Alejadas de los cursos de agua
Espacios reparados de los vientos
Lugares accesibles para favorecer el control periódico de las colonias durante el receso productivo y el inicio de la próxima temporada.
Coloque las colmenas sobre bases. No las apoye en el suelo
Prevea que la cantidad de reservas energéticas sea suficiente para atravesar el receso e iniciar la temporada productiva, sobre todo si no está seguro de poder llegar a controlarlas con frecuencia.
Conozca las previsiones climáticas, de manera de organizar sus visitas al apiario, tareas, etc.
¡¡¡NO QUEREMOS REPETIR LA HISTORIA!!!!
Lamentablemente, en varias ocasiones, EL NIÑO golpeó muy duro a algunos apiarios. Muchos apiarios se inundaron, se perdieron colmenas y otras pudieron recuperarse. En ese momento, el INTA-PROAPI generó y compartió información para recuperar las colmenas inundadas, acompañando a los apicultores en esos difíciles momentos.
En 2023, sigamos las recomendaciones para que la HISTORIA NO SE REPITA!!!!
Como equipo del INTA- PROAPI, hoy seguimos acompañando a los apicultores para que juntos podamos prevenir, evitar o mitigar los daños de un fenómeno climatológico que ocurrirá en los próximos meses.
Consulte sus dudas e inquietudes con su técnico/ extensionista en la Agencia de Extensión más cercana
SIGAMOS CUIDANDO DE NUESTRAS ABEJAS, TOMEMOS MEDIDAS CON TIEMPO,
EVITEMOS RIESGOS INNECESARIOS
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